DIAGONALE DES FOUS

Ahora que han pasado ya unas semanas desde el último reto, tengo la percepción de haber culminado algo que probablemente recuerde durante mucho tiempo. La sensación de haber cogido el impulso necesario para enfrentarme a “cualquier cosa”, y no solamente en el plano deportivo.

La actitud, es algo que casi siempre marca tu destino. En este caso, la actitud era una ambición finalista, donde la retirada no era una opción.

Ambición aprendida con derrotas. Con más de las que os podéis imaginar en todas las “montañas” que te devuelve la vida. Forjada a fuego lento al oeste del oeste; quizás fruto de esos genes que inevitablemente forman parte de tu pasaporte ultrero, aunque solo sea por el carácter impregnado de mis predecesores.

Con la motivación impulsada por la rabia de un fracaso… el Ultra Trail de Lavaredo (Dolomitas) aun en la memoria, y con la sabiduría que proporciona haberse estrellado como nunca antes. Ahora, sabiendo que el acierto está en la esencia de lo simple, en los objetivos primarios, en culminar para aprender, en encontrarse a uno mismo, como objetivo. En mantenerse a “la deriva”, con la inteligencia de saber trazar “puntos suspensivos” cuando las cosas se ponen difíciles, olvidándose de clasificaciones en un debut, preocupándose tan sólo de disfrutar cada metro y fotografiarlo en tu memoria para poder contárselo a tus nietos. Con el propósito de encontrar la fórmula perfecta, con el objetivo de terminar para seguir corriendo, para seguir COMPITIENDO en un breve periodo de tiempo.

Con estas premisas, y aunque yo no era muy consciente…. nos esperaba la temida DIAGONALE, Diagonale des fous, de los locos, muy locos, en la lejana ISLA REUNIÓN (Índico). Debut en 100 millas, debut en más de 100km, y enfrentamiento despiadado contra la noche, las dos noches “fugaces”.

No os voy a contar datos técnicos de la prueba, que como os podéis imaginar son muchos, quizás eso en otro post; me gusta escribir para mi, simplemente como reflexión, para aprender de los errores, o para saber, que este tipo de carreras desgraciadamente no las podré hacer eternamente.

“No daréis dos pasos iguales, os hartareis de subir y bajar escalones, la temperatura será alta en cotas bajas, tendréis frío en las cimas…. Y la última maratón, es horrible…” – Palabra de Iker Karrera -, un maestro de la ultradistancia, que de la mano de Depa, nos definía la prueba semanas antes.

Estar en la Diagonale ha sido un sueño, no son 100 millas; no son 100 millas cualquiera, son las 100 millas en las que hay que estar antes de dejar este mundo; aquellas en las que te enfrentas a lo imposible. Y cuando rozas la “imposibilidad del fenómeno”, la mente busca lo lógico, y creerme que en la parte final, lo lógico no es continuar hacia adelante, lo lógico y coherente habría sido “plegar velas”. Fueron 41 horas de lucha, de vistas increíbles, de ambiente único y probablemente inigualable, dos noches de locura, donde las horas pasan volando; dos “amaneceres perfectos” entre volcanes; 41 horas de reto, de amistad, de “banquetes” en los avituallamientos; 170 kilómetros de diversión y de superación. Donde los límites, una vez más dejaron de existir.

Soy FINISHER por dos cosas, por mi cordada, mi gran amigo, DAVID CALLEJA; tengo muy claro que si no hubiera sido por él, muy probablemente no habría llegado al estadio de La Redoute. Y soy FINISHER por todos aquellos que desde vuestras casas nos estabais empujando hacia la meta. Hay pocas cosas tan bonitas, como convertir tu sueño en el sueño de otras personas, y al llegar a la meta, leer los más de 1500 WhatsApp que se encontraban en mi maltrecho móvil, me di cuenta que así fue. GRACIASSSS!!!!

Ahora tengo la sensación de ser un poco más viejo de haber ganado experiencia, y con el paso de los días, de disfrutar recordando los kilómetros de Diagonal. Sin embargo “de momento”, me quedo con las carreras más cortas, donde disfruto aún más y donde la #magnetotermia se puede entender en un sentido amplio.

Un reto más, “Lo importante no es lo que suceda, lo que realmente importa es cómo te afecte!!